Las personas son el principal activo para el crecimiento y desarrollo de las economías de los distintos países. La educación se erige como elemento multiplicador y diferenciador que permite la formación de personas competitivas y productivas adaptables a estos tiempos de incertidumbre.
Nelson Mandela citaba que “la educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo“ si bien en la mayoría de los países se ha optado por otro tipo de “armas”.
Si nos vamos al caso particular de España podemos comprobar que la inversión en defensa es mucho mayor que en educación. De forma simplificada podemos decir que por cada euro invertido en educación se invierte 3,14€ en defensa, es decir que términos de recursos se invierte mucho más en “espadas” que en “lápices”.
A continuación mostramos los gráficos con la evolución del gasto en defensa y en educación en España, a lo largo de los últimos años
Este artículo no pretende menospreciar la necesidad de disponer y asignar recursos a la actividad de Defensa y Fuerzas del Estado, que realizan una labor encomiable para nuestra sociedad, pero sí queremos resaltar la necesidad de aglutinar mayores esfuerzos en educación.
¿ Por qué la educación es tan importante para las sociedades actuales?
- La educación mejora el nivel de vida de las personas.
Las personas con mayores niveles de educación pueden obtener un mayor nivel de renta. La educación tiene una rentabilidad directa en las personas y por ende en la sociedad.
- La educación y su efecto desarrollador y diferenciador.
La educación permite desarrollar personas adaptables y flexibles para una sociedad en cambio constante. A su vez permite cambiar e incorporar habilidades y competencias que en otras épocas no necesitábamos.
- La educación mejora la productividad.
Las personas con mayor nivel educativo son más productivas, más empleables y contribuyen al desarrollo de la sociedad.
- En definitiva la educación es una inversión muy rentable.
Si la educación genera personas con mayor productividad y mayor nivel de renta, ello incide en el bienestar social y en el desarrollo competitivo de las sociedades.
No podemos negar que la educación es un elemento estratégico y diferenciador para nuestra sociedad y va a determinar el presente y futuro de nuestro desarrollo social y económico.
En España estamos en un momento crucial y deberíamos destinar una mayor inversión a educación , para así formar a nuevas generaciones que nos lideren hacia nuevos modelos económicos que determinen ventajas competitivas sostenibles en el tiempo. España puede ser mucho más que turismo y ladrillo.
Néstor Cruz del Rosario
Desarrollo de Negocio