Según los últimos datos publicados por la EPA (Encuesta de Población Activa), el total de ocupados llega a 20.468.000 personas, con un incremento de empleo indefinido de hasta 616.700 personas. El paro cae así hasta el 12,5%, la tasa más baja desde la crisis económica del año 2008. Esta noticia coincide con el dato de inflación más alta registrada en los últimos 38 años, pero ¡no todo iban a ser malas noticias!
España ha sumado la cantidad de 383.300 personas ocupadas durante el segundo trimestre de este 2022 y roza los niveles previos al estallido de la burbuja inmobiliaria que desató una crisis feroz en nuestro país.
Los mayores incrementos de empleo se dan en Islas Baleares con 80.200 personas más, Cataluña 63.800 más y Madrid con 61.200 más. Por el contrario, los mayores descensos se dan en País Vasco con un deterioro de 18.400 empleos y Asturias con 5.200 menos.
La nueva normativa de contratación empezó a regir en abril de 2022 y los primeros efectos de esta normativa, supone la mayor reducción de la temporalidad de la serie histórica en España. El porcentaje de eventuales cayó casi dos puntos, hasta el 22,3%. Nunca en España se han registrado tan pocos contratos temporales. De cualquier modo, España sigue estando a la cabeza de contratos eventuales de toda Europa, por lo que sigue siendo una asignatura pendiente.
En el análisis de género, vemos que la reducción de contratados temporales ha afectado por igual a hombres y mujeres, continuando la brecha de casi cinco puntos (19,9% entre los hombres, 24,8% entre las mujeres) en perjuicio de las mujeres. Segunda asignatura pendiente en materia de empleo en España.
De los 2.919.500,02 de personas paradas en el segundo trimestre de 2022, España sigue siendo la economía de la Unión Europea con mayor tasa de paro y el colectivo de jóvenes persiste anclado en tasas superiores al 30% de desempleo. De la cifra total de parados, prácticamente la mitad, el 47,8%, son personas paradas de larga duración, es decir, llevan más de un año en desempleo. Un porcentaje que si bien está por debajo de los peores niveles que dejó la Gran Recesión (llegó hasta el 62% en 2014), está muy por encima de los niveles que había antes de la devastadora crisis del ladrillo.
El escenario político mundial de incertidumbre, así como los coletazos del Covid aún vigentes hacen que el futuro inmediato sea incierto, si bien en Canarias ponemos el foco en que la temporada alta que viene nos deje buenos datos en las islas.
Néstor Cruz del Rosario.