El derecho a la desconexión digital es un tema recurrente en las vacaciones de verano entre aquellas personas que tienen una alta conectividad y por consiguiente la línea entre el tiempo laboral y el tiempo personal es muy difusa.
Esta grieta que encontramos en el sistema laboral se ha hecho mucho más profunda a causa del COVID. Aquellas personas que han conservado sus empleos adaptando la modalidad de trabajo a formato digital se ha visto en cierto modo en deuda con su empleo y ha conllevado a la dedicación de más horas al verse en la necesidad de compaginarlo con las actividades domésticas y el cuidado de sus familiares.
Muchas personas han renunciado a sus vacaciones para dar respuesta a sus clientes y empleadores, en un momento en el que a todos nos toca “arrimar el hombro”, eso hace que el personal en general esté cansado física y mentalmente, y el tono general pueda llegar a ser de desánimo o desmotivación.
Cuando por fin el 2020 nos permita coger vacaciones, éstas serán, por norma general, muy distintas a lo que estábamos acostumbrados/as. La limitación en los viajes, las restricciones en las interacciones sociales, la adaptación en el uso de los espacios… unida a la excesiva conectividad que venimos teniendo estos meses atrás harán que muchas personas sufran de dificultad para poder desconectar digitalmente y practicar el descanso propio de las vacaciones.
Pero no nos olvidemos, tenemos derecho a la desconexión digital, tanto durante la época de confinamiento, como después. ¿Cuáles son las razones?
- Mejorarás tu calidad de vida.
- Incrementarás tu satisfacción laboral.
- Reducirás el malestar generado por la constante conexión digital.
- Aprenderás estrategias adecuadas para solucionar este problema.
- Mejorarás tus habilidades sociales para afrontar las relaciones interpersonales.
Una vez te has dado cuenta de que la desconexión digital es tu punto débil… no lo dejes pasar! Pon límites. Decide qué vas a atender y qué no, y qué vas a hacer con eso que no atiendes. Siempre que no sea imprescindible descansa, desconecta, no te sientas culpable, es tu derecho. Aprende a decir NO.