Con más de seis mil millones de visualizaciones, el término ‘delulu’ se ha convertido en un fenómeno arrasador en la red social TikTok, prometiendo que simular una realidad mejor puede potenciar tus oportunidades tanto en el ámbito sentimental como en el profesional.
“Delulu is the solulu”: este nuevo mantra ha ganado prominencia en las mentes de la Generación Z, inundando sus perfiles en redes sociales. Aunque no existe una traducción exacta, podría interpretarse como “autoengañarse es la solución”. Esta expresión, derivada de “delusional” (delirante), ha conquistado la jerga centennial con cerca de seis mil millones de visualizaciones solo en TikTok. Esta versión irónica y algo paranoica del pensamiento positivo se ha vuelto omnipresente, siendo incluso objeto de especulación en la prensa anglosajona sobre su aplicabilidad en el entorno laboral o sentimental.
El término ‘delulu’ tiene sus raíces en los seguidores del K-pop, quienes lo acuñaron hace una década para describir a los fans más obsesivos. Ahora, la narrativa ha evolucionado hacia un empoderamiento individual, desafiando la idea de que el universo conspira solo si deseas algo intensamente.
En el ámbito sentimental, la confianza extrema en nuestras posibilidades puede impulsarnos a declarar nuestro amor por aquellos que parecen inalcanzables. Para García, especialista en terapia de pareja, esta positividad es esencial para la salud de nuestras relaciones. “Vivir con el convencimiento de superar las crisis es tener la mitad del trabajo resuelto. La mentalidad delulu te hace enfrentar el mundo de manera magnética y efectiva”.
A pesar de estos elogios, varios expertos advierten sobre los potenciales efectos negativos de autoengañarnos diariamente y la gestión de la frustración al enfrentarnos a la realidad. Sarmiento sugiere que ver la vida de manera ligera y divertida aporta beneficios, pero algunos podrían usar el delulu para aumentar la autoestima y lidiar con los desafíos diarios.
En conclusión, la filosofía delulu se erige como un fenómeno cultural que desafía las percepciones convencionales de realidad. Ya sea para impulsar la confianza en uno mismo o para afrontar desafíos emocionales, la Generación Z abraza esta perspectiva con entusiasmo. Sin embargo, es crucial abordar sus posibles repercusiones, destacando que el autoengaño debe equilibrarse con una comprensión realista de la vida para evitar las trampas de la fantasía.
