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Tú ¿procrastinas?

Procrastinar; habrás oído esta palabra que parece estar de moda. Según la RAE, procrastinar significa “diferir, aplazar”.

¿Qué supone la procrastinación en nuestro día a día?

Vivimos en la era de la multitarea y eso deriva en que a lo largo del día hacemos muchas cosas tanto profesionales, como personales y del ámbito social. A menudo hacemos primero las tareas que más sencillas nos parecen, posponiendo aquella que nos gustan menos o nos cuesta más trabajo hacer.

¿Y cómo nos afecta eso? Los efectos psicológicos y emocionales no parecen graves, sin embargo, postergar tareas va generando una carga en nuestra espalda que hace que el día a día nos cueste mucho más esfuerzo, rompe con la motivación y genera sensación de pesadez y hastío.

¿Podemos hacer algo para no llegar a este extremo?

Se dice que el refranero es sabio, “No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy”. Esto nos da ya una pista de cuál es la clave para combatir la procrastinación.

Lo primero que debemos tener en cuenta es que la procrastinación es un hábito, en algún momento de tu vida has ido adquiriendo el hábito de no afrontar las tareas más costosas al principio, eso te permitía tener una sensación de alivio inmediato que generaba una sensación agradable, sin embargo era una trampa para el futuro. Si tomamos conciencia de que haciendo primero las tareas más costosas la sensación de satisfacción tarda un poco más en llegar, pero es más duradera, eso nos ayudará a romper con esa rutina.

Bien, y ¿cómo hace esto? Te damos 5 claves.

  1. Organízate, es fundamental la organización, prioriza las tareas. Para ello te sugerimos que utilices alguna técnica como la Matriz de Eisenhower.
  2. Haz uso de herramientas digitales que te faciliten el trabajo, existe una amplia lista de herramientas digitales totalmente gratuitas que te pueden ayudar, la reina de todas posiblemente la tienes delante: GOOGLE. Y si tu trabajo lo desarrollas de forma colaborativa ¡no te pierdas este artículo!
  3. Haz el seguimiento de las tareas que tienes para asegurarte de que no te saltas tus propias reglas, toma unos minutos para reconfigurar tu planificación conforme entren tareas nuevas.
  4. Date un descanso cuando lo necesites, es importante tomar oxígeno, moverse, darse una pequeña recompensa, eso te permitirá que el trabajo sea más liviano.
  5. Sé realista, no hay nada más frustrante que ponerse metas inalcanzables que te impiden llegar hasta ellas. Analiza bien la situación para que tus metas sean retadoras pero alcanzables.

Y te damos un extra, planifica SIEMPRE tiempo para los imprevistos. Cuenta con un 20 % de tu tiempo como imprevistos, así podrás atender llamadas, correos o visitas sin que esto lleve al traste con toda tu organización.

Y ahora, ¿Procrastinarias?

Néstor Cruz del Rosario

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